La Guelaguetza en los Lunes del Cerro
Gerardo Felipe CASTELLANOS BOLAÑOS
La Guelaguetza, la fiesta tradicional de los oaxaqueños, tiene un mensaje oculto que debe empezar a descifrarse por todos y darse a conocer con madurez con inteligencia con optimismo; no hay guelaguetza para ricos o para pobres, para visitantes o para anfitriones, para hombres o para mujeres; la guelaguetza es para todos donde quiera que se necesite.
La guelaguetza es una costumbre heredada de los zapotecas; se practica en la región de los Valles Centrales; consiste en dar o recibir ayuda para realizar un compromiso social —para realizar una fiesta, pero también un duelo, como un difunto—, que puede ser en efectivo, en bienes o en un servicio personal.
Dar en reciprocidad, el equivalente, lo mismo o algo mejor, a lo que previamente recibimos, a la persona que ya contribuyó en nuestro beneficio, en el momento en que lo necesite.
Recibir la ayuda que te ofrecen de corazón, en el momento en que más lo necesitas; al aceptarlo adquieres el compromiso de pagar posteriormente, el equivalente, lo mismo o algo mejor, a tu benefactor, cuando él lo necesite.
Guelaguetza es un concepto que entendemos sin palabras y que en la realidad se realiza, sin trajes regionales, sin bailables, sin música y puede darse en cualquier fecha; más que tratar de explicarlo, los oaxaqueños lo vivimos, lo sentimos y lo agradecemos.
No es una presentación o un espectáculo, ni son los regalos; me parece que la palabra que describe mejor la guelaguetza, como traté de explicar arriba, es ayuda y también puede ser cooperación.
El mes de julio es el mes en el que florecen las azucenas silvestres en el cerro de El Fortín y que las familias iban a cortar, haciendo de esta sencilla actividad una tradición, un paseo que disfrutaban intensamente las familias oaxaqueñas y que culminó con la construcción de la Rotonda de la Azucena y posteriormente en el Auditorio Guelaguetza; lugar en el que lleva a cabo la fiesta de los Lunes del Cerro y se presenta la Guelaguetza —con mayúscula—, el espectáculo, el 3o y 4º lunes de julio de cada año.
La Guelaguetza en los Lunes del Cerro, es la ayuda o cooperación para la fiesta que cada Delegación entrega al pueblo y a las autoridades después de cada presentación: el café, las piñas, los cocos, el mezcal, los sombreros de palma, el pan y la fruta; no son los bailables, ni los trajes, ni la música, son los regalos; la guelaguetza que reciben a cambio es el reconocimiento del público que les brinda sus aplausos.
En este contexto puede interpretarse que los bailables los trajes la música y los regalos de cada una de las ocho regiones en que se divide el estado de Oaxaca, son la guelaguetza que ofrecen al pueblo de Oaxaca y entonces se vuelve Guelaguetza, con mayúscula, el espectáculo para turistas nacionales y extranjeros.
* D.R.
castilan1o@yahoo.com
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