Recuerdan a Laura Urdapilleta en su 15 aniversario luctuoso
Ciudad de México, Méx.- Recuerdan este 11 de febrero a la artista mexicana Laura Urdapilleta, en su 15 aniversario luctuoso (2008). Considerada una figura destacada de la danza clásica, Laura Urdapilleta, bailarina, maestra y coreógrafa mexicana, fue miembro del Ballet Clásico de México (grupo antecedente de la Compañía Nacional de Danza) y en 1960 recibió la Medalla de Oro Bellas Artes.
Originaria de Guadalajara, Jalisco, desde pequeña mostró interés en el arte dancístico, estudiando con maestros y formadores artísticos, como Gloria Campobello, Estrella Morales, Michel Panaieff y Sergio Francheli.
De acuerdo con la cofundadora de la CND, la maestra Nellie Happee, Urdapilleta compartió clases con la maestra y bailarina de la Ópera de Paris, Nelsy Dambre, en el estudio que ésta tenía en la sala de su casa.
“Laura fue y es una figura con luz propia muy, muy importante. Es un ejemplo de excelencia y desempeño, de entrega a la profesión. Tenía técnica y carisma para el ballet, llenaba los escenarios, sabía llegarle al público”, asegura.
Para Cuauhtémoc Nájera —actual co-director de la CND—, Urdapilleta fue, además de una bailarina destacada, una inspiración para sus sucesores en el ramo. Así lo confirma la maestra ensayadora y ex primera bailarina de la CND, Tihui Gutiérrez: “Para mí fue un referente por ser la primera bailarina mexicana y la máxima representante de una compañía nacional a la que vi bailar… Todos los que la vimos nos maravillamos con su esencia. Hay papeles que jamás he visto que se interpreten como ella los hacía. Creo que una de las contribuciones que hizo a la danza fue poner en el mapa al ballet que se estaba haciendo en el país”.
Laura Urdapilleta viajó por la República mexicana como primera bailarina del Ballet Concierto que dirigieron Sergio Unger y Felipe Segura. Participó con el American Ballet Theatre durante dos temporadas, fue bailarina invitada en la compañía Michel Panaieff, huésped del Ballet de Guatemala y, entre 1963 y 1980, una de las primeras bailarinas del Ballet Clásico de México.
Se diferenció por sus personificaciones en los papeles principales de Giselle, El lago de los cisnes, Coppélia, Combate, Las sílfides, El cascanueces, Pas de quatre, Huapango, La luna y el venado, entre otras piezas dancísticas.
En 1957 fue distinguida por la Unión de Cronistas de Teatro y Música; en 1960, con la Medalla de Oro Bellas Artes; en 1965, con la Medalla de Oro del gobierno de Jalisco; en 1970, con el Premio Artista del Pueblo, otorgado por el Departamento del entonces Distrito Federal, entre otros reconocimientos.
Comprometida con su profesión, en 1980, luego de su retiro de los escenarios, estableció su Escuela de Ballet Clásico en Ciudad Juárez, con la firme convicción de transmitir su vocación por la danza a las siguientes generaciones de bailarines.