Domingo de sones y jarabes en el órgano histórico de Tlacochahuaya
Oaxaca, Oax.- “Llévame Oaxaqueña”, “Canción Mixteca” y “Flor de Piña” serán algunas de las interpretaciones que este domingo 27 de octubre, en punto de las 16:30 horas, se escucharán en el templo de San Jerónimo Tlacochahuaya, en un recorrido musical por las ocho regiones de Oaxaca que ofrecerá el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C.
Este programa de Música Regional Oaxaqueña se ejecutará en uno de los órganos históricos más bellos de Oaxaca, que además de su riqueza ornamental, este legendario instrumento posee una potencia de sonido que armoniza perfectamente con la acústica del templo, y el estilo de la decoración que prevalece en el inmueble católico.
Así, al templo de San Jerónimo Tlacochahuaya llegará la maestra Cecilia Winter, acompañada de los organistas Jesús González (organista del templo de Santa María de la Asunción, Tlacolula) e Isaí Guzmán (organista de la Basílica de la Soledad), para hacer sonar el órgano tubular que se estima fue construido antes de 1735.
Para las interpretaciones de música regional oaxaqueña, también los sonidos del órgano se complementarán con la presencia del maestro Valentín Hernández, titular de la sección de percusiones de la Banda del Estado.
Este concierto dotado de música regional oaxaqueña, iniciará con su paso por los Valles Centrales, al escucharse Marcha Gira Triunfal de Cipriano Pérez Sernas. Recopilaciones del Jarabe del Valle y la Danza de la Pluma también se oirán.
Antes y después del concierto de entrada gratuita, el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C. pondrá a la venta discos compactos y el libro de transcripciones para órgano y piano de este programa de Música Regional Oaxaqueña.
-La joya musical de Tlacochahuaya
El convento de San Jerónimo Tlacochahuaya fue fundado en 1558 por Fray Jordán de Santa Catalina como refugio espiritual para los frailes que ejercían su pastoral en la ciudad de Oaxaca y sirvió como casa de retiro durante toda la época virreinal. La iglesia original tenía un aspecto distinto al que conocemos hoy.
Poco después de la construcción de su órgano, parece haber sido modificado, pero se desconocen la fecha de su construcción inicial, el nombre del organero y las razones por las cuales se hicieron las modificaciones.
En cuanto a su diseño musical, su decoración y la construcción de su caja, comparte características con los órganos de San Dionisio Ocotepec (1721), San Andrés Zautla (1726) y San Pedro Quiatoni (1729).
Se supone que el órgano fue construido antes de 1735, según lo indica la fecha grabada en el tubo más grande del registro del bardón que fue modificado después de la construcción original. Durante esa intervención, los tiradores para controlar los registros fueron cambiados de los lados del órgano a la fachada y se agregó una hilera de trompetas horizontales sobre la fachada del órgano.
El órgano podría haber estado situado en el piso del templo con sus fuelles atrás, para que las correderas laterales pudieran ser accionadas fácilmente. Después de su reconstrucción, fue subido a su lugar actual en el coro alto.
Después de muchos años de abandono, el órgano de Tlacochahuaya fue restaurado en 1991 por la organera Mtra. Susan Tattershall con la ayuda del Mtro. José Luis Falcón, gracias a la iniciativa de la Fundación Pichiquequiti.
La policromía de los tubos de la fachada y la decoración de la caja con ángeles músicos y diseños florales que combina con la decoración interior de la iglesia fueron restaurados por la Mtra. Mireya Olvera y los tubos por el Mtro. Joaquín Wesslowski.
Desde el año 2000, los proyectos de mantenimiento y reparación han sido organizados y realizados por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C.
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