Recuerdan legado de Andrés Henestrosa en su 15 aniversario luctuoso
Ciudad de México, Méx.-El narrador y ensayista Andrés Henestrosa, quien será recordado este 11 de enero en su 15 aniversario luctuoso, fue creador de un invaluable legado literario en el que plasmó los cuentos y leyendas de su tierra zapoteca, además de ser fuente de inspiración para diversas generaciones de escritores.
Originario de Ixhuatán, Oaxaca, quien además de escritor, ensayista, orador, periodista e historiador, también se desempeñó como diputado y senador, cuya voz era una de las más respetadas en los ámbitos cultural, social y político del país. Parte de sus logros fue la fonetización del idioma zapoteco y su transcripción al alfabeto latino.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rememoran al profesor de Literatura Mexicana e Hispanoamericana en la Escuela Normal Superior y la Escuela Nacional Preparatoria; jefe del Departamento de Literatura del Inbal y director de las revistas El libro y el pueblo y Las letras patrias.
La vida de Henestrosa fue compleja, ya que a los 15 años de edad solo hablaba el zapoteco, pero decidió traspasar sus límites y continuar con sus estudios con el apoyo de José Vasconcelos y de su profesor Antonio Caso. Parte de esa tenacidad inquieta y disciplinaria lo llevaron a ser miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1964.
Henestrosa participó en la campaña vasconcelista de 1929. Fue colaborador de El Nacional, Excélsior, Revista Mexicana de Cultura y Revista de la Universidad de México, así como becario de la Fundación Guggenheim en 1936. Asimismo, fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte como creador emérito, desde 1993.
En 1993, la Asociación de Escritores de Oaxaca y el Gobierno del estado de Oaxaca crearon el Premio y Medalla Andrés Henestrosa.
Con el compromiso por expandir el conocimiento, en 2003 donó su biblioteca con más de 40 mil títulos al estado de Oaxaca, la cual se ubica en un edificio del siglo XVIII conocido como Casa de la Ciudad.
Obtuvo el Premio Elías Sourasky 1973, Premio Ciudad de México 1990, Medalla Ignacio Manuel Altamirano 1992, Premio Internacional Alfonso Reyes 1991, Premio René Cassin 1992, Medalla al Mérito Benito Juárez 1993, Medalla Belisario Domínguez 1993, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura 1994, Premio Guie’Xhuuba 1996, Juchitán, Oaxaca; Orden Nacional al Mérito en el grado de comendador 1998, de Ecuador, y Premio Universidad Latinoamericana 1999.
En 2000, la Universidad del Claustro de Sor Juana, Casa Lamm, los Centros Universitarios de Integración Humanística y Estudios Universitarios de Londres le entregaron una de las 17 medallas a los sabios de fin del siglo XX.
Además, obtuvo las medallas al Mérito Ciudadano 2001, de Oro Bellas Artes 2002, al Mérito Cívico Eduardo Neri 2003, otorgada por la Cámara de Diputados; al Mérito 2003, por parte de la Universidad Veracruzana; Presidencial del Centenario Pablo Neruda 2004, y los doctorados honoris causa otorgados por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en 2004 y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en 2007.
Entre sus obras principales destacan Los hombres que dispersó la danza (1929), El retrato de mi madre (1940), Entonces vivía yo en Ixhuatán y me llamaba Andrés Morales (Carta a Cibeles, plaquette) (1994), Los hombres que dispersó la danza y algunos recuerdos, andanzas y divagaciones (1992), Andanzas, sandungas y amoríos (2006).
Asimismo, Los cuatro abuelos (carta a Griselda Álvarez) (1960), Sobre el mi (carta a Alejandro Finisterre) (1936), Una confidencia a media voz (carta a Estela Shapiro) (1973); los ensayos Benito Juárez: flor y látigo (1944), Periodismo y periodistas de Hispanoamérica (1947), Los hispanismos en el idioma zapoteco (discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua) (1964), Acerca del poeta y su mundo (respuesta al discurso de Alí Chumacero a la Academia Mexicana de la Lengua) (1965), De Ixhuatán, mi tierra, a Jerusalén, tierra del señor (1976), El maíz, riqueza del pobre (1981) y el prólogo a la antología Cuatro siglos de literatura mexicana (en colaboración con Ermilo Abreu Gómez, Jesús Zavala y Clemente López Trujillo) (1946), entre otros.