Manuel Rodríguez Lozano, artista con obras que siguen esperando lecturas más allá de los prejuicios
Será recordado a través de la conferencia Pensamiento, pintura y polémica, que ofrecerá el investigador Ignacio Torres Valencia, este 26 de junio, en el Museo Nacional de Arte
Ciudad de México, Méx.- De mirada seductora, a veces taciturna, hombre que levantó pasiones entre mujeres y hombres, pintor crítico y poco complaciente, Manuel Rodríguez Lozano será recordado por el investigador Ignacio Torres Valencia, este 26 de junio a las 19:00 h, en el Museo Nacional de Arte, para conmemorar el Día Internacional de la Diversidad Sexual.
Protagonista de polémicas, la vida de Rodríguez Lozano, a veces, opaca su obra, pero es necesario hacer revisiones para “desenredar la madeja”, advirtió en entrevista el investigador del Colegio de Jalisco, quien abundará sobre el artista a través de algunas de sus piezas como El Verdaccio, El retrato de Salvador Novo (El taxi), La Revolución, así como de su libro Pensamiento y pintura.
El investigador recordó que, a pesar de que la historiografía lo ha mantenido al margen, en su obra también se develan reflexiones sobre la identidad capitalina y, en general, mexicana, por lo cual es necesario mirar su producción, con la intención de tener un panorama más amplio de la plástica que se desarrolló durante el siglo XX.
“Él estuvo produciendo pintura de manera convergente a la Escuela Mexicana de Pintura, por lo cual hay temáticas que atraviesan su obra. Su objetivo artístico fue el conocimiento del alma mexicana y la representación del ser mexicano y en sus obras existe la posibilidad de encontrar estas indagaciones, por ello su nombre se cuela en exposiciones importantes que lo mantienen presente, pero es un tanto soterrada, no es el protagonista. Esto lo separa de otros artistas e intelectuales de su época que han tenido más suerte en la revisión histórica”.
Resaltó que su producción general no estaba alineada con los discursos artísticos del momento, que trataron de difundir una celebración por la modernización del país, porque él veía que esa modernización dejaba fuera a la gente más pobre, con la que estuvo en contacto cuando pasó por la cárcel.
Explicó que esto se reflejó en las entrevistas posteriores a 1941-1942: “Él subrayaba que conocía a su pueblo, que estaba con él, que estuvo en la cárcel, en cervecerías, en burdeles, en los lugares donde está el pueblo, y toda esa modernización, esa marcha hacia el progreso, estaba incumpliendo, porque la gente seguía siendo pobre y, aunque había quienes se beneficiaban, no era algo general.
“Quizá desde esta perspectiva hubo un intento de dejarlo fuera de la historiografía, porque no abonaba a ese discurso que se promovía desde el Estado, pero también era cierto que los enfrentamientos que tuvo con los colegas de su tiempo lo aislaron paulatinamente”.
Y es que Rodríguez Lozano estuvo rodeado de polémicas. Nacido en el seno de una familia de militares, se casó con la hija del general Manuel Mondragón, la artista Carmen Mondragón “Nahui Olin”. Tras su divorcio, en 1921, ambos se dedicaron al arte, y él tuvo varios pupilos y amantes. Participó en el Teatro de Ulises y en el grupo Contemporáneos, época en que pinta El retrato de Salvador Novo, con quien luego tuvo una pelea.
“Es una figura que confrontó en su momento y sigue siendo vista así, que levanta ámpulas, polémicas, es una figura compleja, por ello hay una revisión discontinua”. Añadió que fue gracias a la red de apoyos que tuvo el artista, entre conocidos y críticos, que su presencia se ha mantenido latente, pero son esos aspectos de su vida que terminaron jugándole en contra.
Sobre su sexualidad explicó: “Fue muy sabido que era homosexual, pero no fue tan vocal como el escritor Salvador Novo, quien a través de su vestimenta hacía un statement. Fue más discreto, porque había en su carácter algunas trazas de conservadurismo, lo cual también dejaba ver en su análisis sobre la sociedad.
El conferencista dijo que en su obra está latente el tema de las diversidades sexuales: “En la manera en que presenta a los cuerpos masculinos de manera primordial, aunque en su última etapa aborda a las madres, a las hijas. Creo que es en El retrato de Salvador Novo donde hace la mayor declaración de esa diferencia sexoafectiva, un poco codificada, pero evidente para quienes tuvieran las claves de ese código”.
Finalmente resaltó la necesidad de conocer y estudiar su obra: “Hay una frase publicada en su tiempo, la cual auguraba que vendría el momento, después de que esa polémica se diluyera, para ver la emergencia de su obra en todo su esplendor y pureza”. Parte del objetivo de la conferencia que ofrecerá es justamente tratar de abonar a este proceso. Hace más 50 años falleció Rodríguez Lozano y sigue siendo polémico, por lo que precisó la necesidad de desmitificarlo y revisar qué de lo que se dice se ha exagerado.
“Pintor y muralista, en su obra hay reflexiones que siguen esperando nuevas lecturas, más allá de los prejuicios. Esta conferencia es una oportunidad para descubrir al ser humano en sus contradicciones, a la par de su producción artística compleja y enriquecedora”, finalizó.