Luis Barragán, arquitecto apasionado de la naturaleza y el color
Guadalajara, Jalisco, México.- Considerado uno de los arquitectos más relevantes del siglo XX, apasionado de la belleza y la naturaleza, y creador de una obra ejemplar que ha influenciado el trabajo de arquitectos nacionales y extranjeros, Luis Barragán es recordado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en el 34 aniversario luctuoso del también ingeniero civil.
Originario de Guadalajara, Jalisco, Luis Barragán falleció en la Ciudad de México el 22 de noviembre de 1988; realizó estudios profesionales y se graduó como ingeniero civil y arquitecto en 1925 en su natal Guadalajara. Los jardines de distintas ciudades que visitó en la costa del Mediterráneo fueron fuente de inspiración y generaron su interés por la arquitectura de paisaje.
Reconocido a nivel internacional, Luis Barragán realizó la primera exposición sobre su obra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (1976) y publicó el libro-catálogo de Emilio Ambasz. Asimismo, recibió el Premio Pritzker (1980), el Premio Jalisco (185) y el Premio Nacional de Arquitectura (1987).
En la Ciudad de México construyó residencias y edificios de departamentos en la colonia Cuauhtémoc. En colaboración de José Alberto Bustamante desarrolló un proyecto de planificación y urbanismo en el Pedregal de San Ángel.
La Capilla del Convento de las Capuchinas y la Casa Gilardi, en la Ciudad de México, así como la Casa González Luna y la Casa Cristo, ambas en Guadalajara, y el Faro del Comercio en Monterrey, Nuevo León, entre otras obras, las cuales son representativas del trabajo arquitectónico de Luis Barragán.
En 1957 fue invitado por la empresa que desarrolló Ciudad Satélite para constituir, junto con Mathías Goeritz, las famosas Torres de Satélite, símbolo de la urbanización a través de un grupo de elementos verticales.
En 1976 realizó la primera exposición sobre su obra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y publicó el libro-catálogo de Emilio Ambasz. A lo largo de su trayectoria recibió el Premio Pritzker (1980), el Premio Jalisco (185) y el Premio Nacional de Arquitectura (1987). Sus restos fueron trasladados a Guadalajara para depositarlos en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Su casa, conocida actualmente como Casa Luis Barragán, construida en 1948 en el antiguo barrio de Tacubaya, es el único inmueble individual en América Latina que ha sido incluido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en su lista de Patrimonio Mundial.
En marzo del presente año, el Inbal, en colaboración con la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán y sus Contemporáneos, AC, organizaron una mesa redonda en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en el 120 aniversario de su natalicio, en la que participaron representantes de esta organización y el director de la Casa Estudio Luis Barragán, Guillermo Eguiarte.
Mientras que en 2019, diversos especialistas abordaron los valores arquitectónicos de la Casa Luis Barragán como Patrimonio Mundial de la Unesco, en el marco del 15 aniversario de la inscripción del inmueble, por ser una de las obras arquitectónicas contemporáneas de mayor importancia en ámbito internacional, mientras que el Museo Nacional de Arquitectura presentó unas serie de fotografías sobre la obra del connotado arquitecto en la Ciudad de México.
Sus restos fueron trasladados a Guadalajara para depositarlos en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.