La obra de Luisa Josefina Hernández vital para la literatura y la dramaturgia de México
Ciudad de México, Méx.- La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura lamentan la pérdida de la ensayista y dramaturga, quien a lo largo de su trayectoria fue reconocida con los Premios Xavier Villaurrutia 1982, el Nacional de Teatro Juan Ruiz de Alarcón 2000, el Nacional de Ciencias y Artes en el área de Literatura y Lingüística 2002, además de recibir en 2006 la Medalla de Oro Bellas Artes.
La titular de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, externó: “Con profunda tristeza recibimos la noticia del fallecimiento de la maestra Luisa Josefina Hernández, entrañable pionera de la dramaturgia mexicana, formadora de muchas generaciones de directores y actores”.
Por su parte, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, consideró a Luisa Josefina Hernández, “la más grande dramaturga mexicana, novelista, traductora y generosa maestra de varias generaciones de profesionales de la escritura dramática, ha trascendido a la vida eterna” y afirmó que el teatro y la cultura mexicana están de luto. Su legado es enorme y valioso.
Cabe recordar que, por sus indudables aportes al teatro nacional, desde 2022, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Inbal pusieron su nombre al Teatro Orientación para reconocerla e informan que la maestra, querida y respetada será despedida en el Palacio de Bellas Artes, en acuerdo con su familia.
Formadora de varias generaciones de autores, actores y escenógrafos, en el marco de su 90 aniversario, la Compañía Nacional de Teatro del Inbal la festejó con el restreno de seis de las 11 piezas que integran la saga de una de sus obras Los grandes muertos (El galán de ultramar, La amante, Fermento y sueño, Tres perros y un gato, La sota, y Los médicos) en el Teatro Julio Castillo, del 6 de junio al 15 de julio 2018.
Su producción literaria y sus más de seis décadas de actividad como dramaturga, narradora, traductora y académica le han otorgado el valioso carácter de ser representante de México en la literatura y el teatro universal.
A lo largo de su trayectoria creó más de 60 obras de teatro, 17 novelas publicadas, 10 traducciones, así como prólogos, ensayos y colaboraciones en publicaciones periódicas, pues fue amena escritora para La Palabra y El Hombre. Fue becaria del Centro Mexicano de Escritores y de la Fundación Rockefeller. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, como creadora emérita desde 1994.
Como un reconocimiento, el Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia -creado en 1977- toma en 2018 el nombre de la escritora: Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández.
Los grandes muertos cuenta la historia de una familia acomodada, residente en Campeche, a través de varias generaciones, su propia familia, que inicia con El galán de Ultramar, su abuelo.
Son historias que la madre de Luisa Josefina le contó y escribió porque consideraba que no debían perderse esos universos, tanto por su valor emotivo como informativo.
La escritora Silvia Molina eligió esta obra para su texto de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, en uno de los párrafos, señala: “Los grandes muertos es una saga en que podemos leer simplemente la condición humana: el dominio, la anulación, el desamor, la humillación, el abandono, el rencor, la venganza, el sufrimiento, la redención, los errores y la consecuencia de los actos. La fantasía y la consecuencia de su transgresión. Luisa Josefina Hernández, quien radicaba en Morelos desde hace algunos años, presenta en este largo drama una sociedad estratificada con todos sus defectos, y en las obras vemos, efectivamente, la desdicha de los ricos, la desgracia de los criollos, la adversidad de los indígenas y el infortunio de los esclavos.”
Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luisa Josefina Hernández fue profesora de arte dramático en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y en la UNAM, donde impartió la cátedra de Teoría dramática que le heredó su maestro Rodolfo Usigli, y a través de la cual formó dramaturgos y escritores, como Hugo Argüelles, Óscar Villegas y Armando Partida, entre otros.
Entre casi un centenar de obras teatrales de las que es autora, se encuentran: La danza del urogallo múltiple, Popol Vuh, Quetzalcóatl, La fiesta del mulato, La paz ficticia.
Entre sus novelas se encuentran El lugar donde crece la hierba (1959), La plaza de Puerto Santo (1961), La primera batalla (1963), Los palacios desiertos (1963), La cólera secreta (1964), El valle que elegimos (1965), La memoria de Amadis (1967), así como Las fuentes ocultas, Extemporáneos (1979) y Apocalipsis cum figuris (1982), entre otras.
Con motivo de su 80 aniversario se montó Equinoccio, historia que sucede en un vecindario de la colonia Roma y que conserva el estilo realista de Los grandes muertos y de la mayor parte de sus obras.Luisa Josefina también abordó el género de la novela, donde se encuentran sus textos Nostalgia de Troya, que ganó el Premio Magda Donato en 1971, y en 1982 obtuvo el Xavier Villaurrutia por Apocalipsis cum figuris.