El salón de la Plástica Mexicana exhibirá más de 140 obras de Trabajadores de Pascual y del Arte
Ciudad de México, Méx.- El Salón de la Plástica Mexicana del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, presentará la magna exposición colectiva 30 aniversario de la Fundación Cultural de Trabajadores de Pascual y del Arte, AC (19 de octubre, 1991), con la cual se celebra este acontecimiento y reúne más de 140 obras que forman parte de su acervo, del jueves 7 de octubre al domingo 21 de noviembre.
Se podrán apreciar obras de los artistas: Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Mario Orozco Rivera, Francisco Dosamantes, Rufino Tamayo, Adolfo Mexiac, Fanny Rabel, Santos Balmori y José Chávez Morado, además de piezas de Andrés Garay, Héctor García, Lucinda Urrusti, Mario Rendón, Miguel Hernández Urbán, Antonio Díaz Cortés, Francisco Zúñiga, Leonora Carrington, Vlady, Flor Minor y Gilberto Aceves Navarro, entre otras.
De 1982 a 1985, México vivió uno de los movimientos obreros más singulares de su historia: la lucha de las y los trabajadores de Refrescos Pascual, SA, que, al igual que en otras empresas de aquella época, se dio como una respuesta a la imposición de un modelo económico que ponía en riesgo la estabilidad de sus familias.
Este movimiento, generado en un principio con el objetivo de alcanzar reivindicaciones económicas, laborales y sindicales, logró congregar manifestaciones solidarias por parte de diferentes sectores de la sociedad mexicana, hecho que, sumado a la capacidad de organización, convicción, resistencia y lucha de las y los trabajadores, así como a la asesoría encabezada por Demetrio Vallejo Martínez, permitieron que el sueño utópico deviniera en la conformación de la Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual, SCL.
No obstante, a pesar de haber obtenido el laudo a favor de las y los trabajadores de Pascual por parte de las autoridades y de haber constituido legalmente la cooperativa, se presentaría un nuevo reto: iniciar la producción. Nuevamente, las y los trabajadores requirieron del apoyo de la comunidad y fue cuando surgió el proyecto Solidaridad de los Trabajadores del Arte a los Trabajadores de Pascual, impulsado por Ingrid Koester –exiliada política boliviana–, los artistas Mario Orozco Rivera y Jesús Álvarez Amaya, y la crítica de arte Raquel Tibol.
Esta idea hizo converger de manera atípica las diversas tendencias de expresión que emanaban de los principales ámbitos de la producción y la distribución de las artes visuales en la Ciudad de México, como el SPM, el Taller de Gráfica Popular, la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del INBAL, la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, además de diferentes artistas independientes, para la donación de obra que habría de ser subastada con el fin de obtener recursos económicos y así continuar con el proyecto cooperativo.
Se llevaron a cabo dos exposiciones. La primera, pequeña, en el Museo de El Carmen, en marzo de 1985 y, la segunda, la más importante –con alrededor de 600 piezas–, en el Palacio de Minería, en julio del mismo año. Distintas razones imposibilitaron la subasta y la comercialización de la obra. Algunas y algunos artistas recogieron su material, aunque la mayoría quedó en manos de las y los trabajadores, quienes se convirtieron en custodios de una colección que había conseguido preservar una significativa variedad de la producción visual del siglo XX generada por reconocidos artistas nacionales.
Es por ello que las y los trabajadores decidieron conservar el acervo y, con ayuda de artistas y especialistas en museografía e investigación, conformar la Fundación Cultural de Trabajadores de Pascual y del Arte, AC, como una respuesta al apoyo recibido por parte de la sociedad y con la finalidad de promover, incentivar y difundir las diversas manifestaciones culturales del pueblo de México.
El SPM (Colima 196, colonia Roma Norte) puede ser visitado de martes a domingo de las 11:00 a las 17:00 horas. La entrada será libre. Habrá un estricto apego a las medidas de protección para trabajadores y asistentes, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca al momento del acceso y durante el recorrido, y respeto a la sana distancia, además de aforo limitado. El cambio de programación está sujeto a las condiciones sanitarias establecidas por las autoridades de las secretarías de Salud y de Cultura federal y del Gobierno de la Ciudad de México.