85 obras darán cuenta de las innovaciones de Dolores Porras en la cerámica de Atzompa
Más de 85 piezas de la alfarera que innovó con el uso del color, la tradición del barro en Santa María Atzompa.
Se inaugura este 29 de noviembre de 2023 en el Museo Nacional de Culturas Populares.
La muestra también aborda la continuidad de la producción de cerámica en el Valle de Oaxaca, un oficio del que se tiene registro desde 1600 AdC, según los especialistas.
Sobre la exposición:
Presente y continuidad de un oficio antiguo. Entre obras contemporáneas y piezas arqueológicas pertenecientes al Instituto Nacional de Antropología e Historia, esta muestra construye una narrativa que explica al visitante tanto las aportaciones de la Maestra Dolores Porras como la continuidad de un oficio practicado desde la antigüedad.
Según el arqueólogo Leobardo Pacheco Arias: “Los ceramistas de Atzompa señalan que su oficio se remonta a la época zapoteca de Monte Albán, porque en estos sitios aledaños reconocen fragmentos de cerámica o tepalcates con la misma textura y combinación de los barros que ellos aún utilizan”.
Del mismo modo, a decir del Arqueólogo Uriel Sánchez, “cada generación de alfareros actualiza y renueva la historia de este pueblo que quemaba barro desde los inicios de Monte Albán o incluso antes. Dicho de otra manera: cada artesano lleva en sus manos las notas corporales que le dan forma al barro”.
El talento individual y la creación colectiva.
Como apunta Eric Mindling, fotógrafo que tuvo una relación muy estrecha con Porras a quien consideraba su mentora, el trabajo comunitario es “como un organismo colectivo, pero con autonomía individual, lo individual entendido intrínsecamente como parte de, y contribución a, un todo”.
Es en este contexto que grandes alfareras como Teodora Blanco, Angélica Vásquez y la misma Dolores Porras, desarrollaron su talento. Todas ellas son mujeres que han luchado y han abierto camino para las siguientes generaciones de artistas artesanas. En este sentido, el trabajo de la Maestra Porras es importante ya que su valentía y rebeldía la llevaron a innovar profundamente su oficio rompiendo las barreras culturales, económicas y sociales de su tiempo.
Dolores Porras
El trabajo de la Maestra Dolores Porras empezó a llamar la atención a partir de los años ochenta del siglo pasado. Sus piezas, que rompían con la monocromía de la cerámica verde producida en la región, causaron asombro tanto a nivel local como internacional por su brillante colorido y las excéntricas figuras dibujadas que ella plasmó en sus creaciones.
Su proceso creativo estuvo acompañado por el pintor Roberto Donis y sus alumnos del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo. Todos ellos la animaron a llevar a cabo lo que imaginaba: usar el color y experimentar con figuras abstractas. Esta relación, que nació de un encuentro fortuito, fue un vínculo de enseñanzas y aprendizajes mutuos: la Maestra Porras aprendió de Donis a mezclar los colores y los alumnos aprendieron de ella el trabajo con el barro. Algunos de los artistas destacados de esa experiencia colaborativa son: Emiliano López, Filemón Santiago, Alejandro Santiago, Cecilio Sánchez y Sergio Hernández.