Ciudad de México, Méx.- Tierra y territorio son dos aspectos íntimamente ligados a las mujeres indígenas, según coincidieron las participantes de un foro dedicado a este tema, que se llevó a cabo el pasado miércoles en la sede del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).

Mujeres indígenas de México: tierra y territorio fue el título de ese encuentro que reunió a la activista nahua Guadalupe Martínez Pérez, del estado de Hidalgo; la comunicadora mazahua Carolina Santos Segundo, del estado de México; Celerina Sánchez Santiago, poeta Ñuu Savi de Oaxaca y la cantante Edna Hernández de Ciudad de México.

De acuerdo con Guadalupe Martínez, la tierra y el territorio son el corazón de los pueblos indígenas, de ahí que exista una defensa para evitar los despojos, además de preservar la soberanía alimentaria.

“Cuando hablamos de territorio nos referimos a un ente muy amplio, pero que es la lucha principal porque ahí se reproducen muchas de nuestras culturas, espiritualidad y vida cotidiana”.

En ese sentido, para Carolina Santos Segundo, la tierra es la fuente de la vida y el seguimiento de la vida de la familia: “Como mujeres indígenas hemos concebido que es a la tierra a la que nos debemos porque de ahí proviene nuestro alimento.

Mujeres indígenas de México: tierra y territorio reunió a la activista nahua Guadalupe Martínez, a la comunicadora mazahua Carolina Santos, a Celerina Sánchez poeta Ñuu Savi de Oaxaca, y a la cantante Edna Hernández.

“El territorio es poder y economía, pero desde la visión de los pueblos indígenas no representa sólo eso, nuestra cosmovisión la ve como una parte de nosotros y nos debemos a ella. Es una corresponsabilidad de cómo se producen nuestros recursos y gracias a ello podemos desarrollarnos, no es un objeto. Su significado es más profundo de lo que se le puede otorgar cuando sólo se vislumbra desde una perspectiva económica”.

Celerina Sánchez Santiago consideró que han tenido que aferrarse a la tierra para sobrevivir: “Hay momentos en que hay una relación intrínseca con la tierra que va desde nuestro pensamiento, nuestra palabras y nuestro alimento. Esos somos, seres de tierra”.

En cuanto al derecho de las mujeres indígenas de poseer la tierra además de cuidarla y cultivarla, señaló que poco a poco en varias comunidades las mujeres participan en labores que antes eran exclusivamente de los hombres, pero más por necesidad.

“No ha sido tanto porque a los hombres les guste darnos nuestros derechos sino que ante fenómenos como la migración es la mujer la que se queda a trabajar la tierra”.

Edna Hernández explicó que en comunidades de alta migración cuando se trata de tomar una decisión importante con respecto a las tierras, las mujeres tienen que comunicarse con sus maridos y esperar a que sean ellos los que decreten las acciones que se llevarán a cabo.

Las ponentes abordaron formas de lucha por la defensa y preservación de la tierra, el respeto a sus derechos y rituales relacionados con la forma de cultivarla.

También invitaron al público a visitar la exposición gráfica Mujeres indígenas de México: Tierra y Territorio, compuesta por una selección de las fotografías que participaron en el concurso Mujeres indígenas y seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, que se presentará durante todo mayo en el patio central del INEHRM.

El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México dedicó este mes a las mujeres indígenas y a las maestras de México, por lo que diseñó otras actividades que continuarán el 12 de mayo con el taller infantil Las maestras de México, el 23 de mayo con la presentación del libro Las maestras urbanas y rurales de México, siglos XIX y XX y el viernes 25, la proyección de la cinta La maestra inolvidable.